La Iglesia Adventista alcanza los 18,1 millones de miembros
No obstante, dice el secretario Ng, no hay que olvidar la “grave pérdida” de miembros.
El secretario NG ofrece el informe durante el Consejo. Foto: Ansel Oliver
La feligresía de la Iglesia Adventista ha alcanzado los 18,1 millones de miembros por primera vez en su historia, pero G. T. Ng, secretario de la Iglesia Adventista mundial, no cree que hay motivos para celebrar.
Ng expresó su consternación por las grandes pérdidas.
“Es fácil bautizarlos, pero es mucho más difícil retenerlos”, dijo Ng en una entrevista.
“La retención y la alimentación deberían ser parte del mismo lado de la moneda, pero aparentemente, los bautismos resultan más atractivos: ‘¡Miren a cuántos he bautizado!’”, dijo. “‘¿Pero alimentarlos? ¿A quién le importa? Yo no gano nada’. Por ello, tenemos un problema intrínseco: pérdidas, graves pérdidas. Pero no muchos hablan sobre el tema”.
Ng, sin embargo, se refirió específicamente al problema este domingo cuando presentó el informe anual de miembros antes los delegados al Concilio Anual, uno de los más importantes encuentros administrativos anuales de los líderes de la Iglesia Adventista mundial en la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos).
El número de miembros ha crecido un 1,5 por ciento hasta alcanzar 18.143.745 , en comparación con los 17.881.491 del año pasado, según los datos presentados. Por décimo año consecutivo, se unieron a la iglesia más de un millón de personas —1.091.222— para ser exactos, pero al mismo tiempo, un récord de 828.968 personas fueron borradas de los registros por razones de fallecimiento, abandono de la iglesia o paradero desconocido.
Algunas de las pérdidas reflejan el impulso continuado de parte de las iglesias locales de auditar sus libros para borrar los nombres de los miembros que no pueden ser contactados y que han faltado a los cultos de la iglesia por mucho tiempo, dijo David Trim, el principal archivista de la Iglesia Adventista mundial, que compila los datos.
Sin esa auditoría, la feligresía hoy alcanzaría los 25 millones, expresó Ng.
Al ofrecer otra difícil estadística, Ng dijo que en los últimos cuarenta años, se ha bautizado a 31,8 millones de personas, mientras que 11,4 millones han sido borrados o han desaparecido. La cifra no incluye a los miembros fallecidos.
Muchos de los que se fueron, lo hicieron porque la iglesia no los alimentó en forma apropiada, dijo Ng en la entrevista.
En un ejemplo reciente, los últimos adventistas bautizados después de una campaña de evangelización en una pequeña aldea del norte de India en 2005 se convirtieron nuevamente al hinduismo a fines de agosto de este año. El incidente, que llegó a los titulares de los medios de la India, creó temores entre los cristianos de que se los estuviera obligando a reconvertirse, algo ilegal en ese país.
Sin embargo, un equipo adventista de tareas enviado a la aldea de Asroi descubrió que desde que se bautizaron en 2005, los 33 exadventistas habían recibido muy poco apoyo de parte de los líderes de la iglesia, y al mismo tiempo habían sido buscados insistentemente por activistas hindúes. Solo unas seis personas quedaron en los libros de la iglesia cuando se llevaron a cabo las reconversiones.
Los líderes de la División Sudasiática, que incluye a la India, han reflexionado sobre la situación después de semejante pérdida.
“Necesitamos alimentar de manera especial a los nuevos, y ayudarlos a estar arraigados en la Palabra”, dijo T. P. Kurian, director de Comunicación de la División Sudasiática, en una comunicación electrónica reciente.
El domingo, Ng también defendió la práctica de contar a los miembros, y dijo que no podía compararse con el censo del Antiguo Testamento que ordenó el rey David en Israel, lo que resultó en un castigo divino. Ng dijo que las acciones de David fueron una exhibición de arrogancia y orgullo.
“Cuando en la iglesia contamos a los miembros, tenemos que contar con humildad”, expresó.
El cómputo, expresó, es simplemente “un informe sobre ha hecho el Señor”.
Ng profundizó este punto en la entrevista, al referirse a tres de las parábolas de Jesús en Lucas 15.
“No hay nada intrínsecamente malo en contar”, dijo. “Después de todo, en las tres parábolas Jesús también contó, ¿no es así? La mujer contó las diez monedas y halló que había perdido una. El pastor contó las 99 ovejas. El padre perdió un hijo. De manera que no hay nada malo”.
Entre las restantes estadísticas, Ng notó que el crecimiento se estaba estancando en los países del hemisferio norte y Australia, pero experimentó un crecimiento explosivo en el hemisferio sur, en especial en América Central y del Sur, África y el sur de Asia. Asimismo, dijo, el modesto crecimiento presente en Norteamérica y Europa se debe en su mayor parte a las poblaciones inmigrantes provenientes del hemisferio sur.
Europa es una región que presenta aún mayores desafíos, dijo. La Iglesia Adventista tiene tres divisiones en Europa, un legado de su larga presencia en el continente, pero la feligresía es pequeña. La División Transeuropea, que incluye a Gran Bretaña, es la más pequeña de las trece divisiones, con solo 84.428 miembros.
“Por ello, las divisiones se preguntan: ‘¿Hacia dónde vamos?’, dijo Ng. ‘Es tan difícil’”.
La Unión Asociación Británica, por ejemplo, tiene 34.512 miembros, un incremento neto de 464 personas, en comparación con los 34.048 del año pasado. La mayoría de los bautizados fueron inmigrantes.
“¿Qué decir de los británicos nativos?”, dijo Ng. “O sea, nacieron allí. Son de allí. ¿Qué decir de ellos? ¿Estamos haciendo algo por ellos? Son preguntas difíciles”.
Ng dijo que los relatos misioneros suelen terminar en tono positivo y dejar la impresión de que la obra tuvo éxito. Pero dijo que las estadísticas presentan la otra cara de la moneda: gran parte del mundo no ha tenido la oportunidad de aprender de la primera venida de Cristo, y ni que hablar de la segunda.
El secretario agregó que la iglesia está presente en unos 230 países, pero que otros 22 países reconocidos por las Naciones Unidas aún no cuentan con presencia adventista. Asimismo, puede que un determinado país tenga una gran población de adventistas, pero que siga teniendo importantes grupos de personas sin un solo adventista. En Kenia, muchos de los 800 mil miembros provienen en primer lugar de dos grupos lingüísticos, mientras que hay otros cuarenta grupos importantes que en su mayor parte no han sido alcanzados. Lo mismo se puede decir de Tailandia, donde la mayoría de los miembros provienen de grupos minoritarios.
“Por ello, esto no significa que una vez que una entra a un país, la obra está terminada”, dijo Ng. “¡Lejos de eso!”
Fuente: Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney/Adventist Review