Cumplimiento Profetico,Obama y el papa, dos íconos del siglo XXI unidos contra la desigualdad
Washington/EFE
Son dos de las figuras más icónicas del nuevo siglo, sus respectivas llegadas al poder fueron vistas como un revulsivo para las instituciones que gobiernan y ambos se han comprometido contra la desigualdad. El primer presidente afroamericano de EE.UU. y el primer papa latinoamericano se conocerán en marzo en el Vaticano.
Con la visita, anunciada esta semana, un Obama en sus horas más bajas tiene mucho que ganar: saldrá en la foto junto a uno de los líderes más populares del mundo, que ha conseguido convencer tanto a los católicos como a los que no lo son con un discurso sencillo centrado en la pobreza.
Precisamente, la lucha contra la desigualdad es también el caballo de batalla del segundo mandato de Obama, que tendrá en su encuentro con el papa el mejor escaparate y altavoz para su propósito de legislatura: reducir las enormes diferencias económicas en el seno de la primera potencia mundial.
«Obama ha tenido una gran suerte con que el Vaticano haya vuelto a los temas de justicia social tradicionales y haya dejado en segundo plano la defensa de su posición en temas tan divisores como el aborto, el matrimonio homosexual y la contracepción», dijo a Efe Alain L. Sanders, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Saint Peters de Jersey City (Nueva Jersey).
Obama se beneficiara así de la actitud menos beligerante del nuevo papa en estos asuntos en los que sus opiniones divergen y podrá encaminar el encuentro hacia el tema que les une y por el que ambos batallaron mucho antes de llegar al poder: la defensa de los menos favorecidos.
La sintonía en este asunto es tal que el presidente de EE.UU. citó el mes pasado al papa durante un discurso sobre la desigualdad salarial en la nación.
No obstante, será inevitable que en el encuentro se toque, aunque sea tangencialmente, el tema de las objeciones de la Iglesia católica al punto de la reforma sanitaria de Obama que obliga a dar cobertura contraceptiva, un asunto que ya salió en la reciente visita al Vaticano del secretario de Estado, John Kerry.
Este es uno de los temas espinosos que han complicado aún más la ya tirante relación de Obama con la Iglesia católica, un escenario que podría mejorar tras el encuentro del presidente con la máxima autoridad de la Iglesia, que también podría atraer votos para los demócratas en un año en el que se juegan el liderazgo del Senado.
«El papa es muy popular en EE.UU., así que Obama puede usar la foto con él para atraer a los votantes católicos, sobre todo a los latinos -que votaron menos en 2012 que en 2008-, y también a los progresistas que han acogido de muy buen grado al nuevo papa», dijo a Efe el estratega y analista político Charles D. Ellison.
Barack Obama. La Prensa/Archivo
Y añadió: «Además, esta reunión podría ayudar a mejorar las relaciones de EE.UU. con países como Brasil o México, que se sintieron traicionados al conocer las noticias sobre el espionaje de la NSA -Agencia de Seguridad Nacional- a líderes extranjeros. De algún modo, el papa se convertirá en un representante para Obama en estas naciones».
Otro de los temas que saldrá con seguridad en el encuentro de marzo entre ambos líderes será el conflicto en Siria, un asunto en el que ahora están de acuerdo pero en el que discrepaban hace un año, cuando Obama barajaba una intervención militar y el papa abogaba por evitar este escenario.
Más allá del contenido de la reunión, la sola imagen de estos dos líderes icónicos juntos ya es histórica: el primer afroamericano en alcanzar la Casa Blanca estrechando la mano al primer latino en liderar la Iglesia católica.
Además, sus respectivos ascensos al poder no sólo fueron un hito, sino que despertaron esperanzas de cambio en sus instituciones y los convirtieron en iconos de un siglo todavía nostálgico de los grandes líderes morales del anterior, como el recientemente fallecido expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela.
Aunque le quedan tres años más en la Casa Blanca, Obama ha ido perdiendo el gran impulso inicial hasta registrar sus peores cotas de popularidad en diciembre, todo lo contrario que el papa, quien terminó 2013 nombrado como el personaje del año por la revista «Time» entre reconocimientos en todo el mundo por su labor de renovación de la Iglesia.