Reflexión de fin de año, Feliz 2019!
Reflexión de fin de año, Feliz 2019!
¿Como fue este año para usted?
Un año más que se termina. ¿Cómo fue para usted? ¿Qué significó este año para su vida particular, para su religión, para su fe? Es obvio que no todo fue bonanza y tranquilidad. Por cierto hubo momentos de tristeza, dolores, desánimo, de luchas pero hubo también horas de alegría, de felicidad, de paz. Nuestra vida en este mundo está formada por altos y bajos, por victorias y fracasos, por días de luminosidad y por períodos de nubes oscuras. Es así, aun cuando se trata de la vida cristiana. Lo importante es no perder el rumbo, no dejar que la desesperanza tome posesión de nosotros y nos derrote. Es la preciosa promesa de la Palabra de Dios: “El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada; aun cuando caiga, no quedará caído, porque el Señor lo tiene de la mano.” (Sal. 37:23 y 24).
Dios siempre esta con nosotros
La vida del patriarca Job reconoce que la puesta del sol y el amanecer, las nubes oscuras y el cielo brillante, las lágrimas de pesar y las sonrisas de satisfacción son sólo pequeños momentos en la jornada de la vida. En todo este tiempo, la fe y la oración necesitan brillar y hacernos confesar: “Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra.” (Job 19:25).
A pesar de los aspectos en contra, Dios está siempre con nosotros. Incluso en las circunstancias más oscuras, somos confortados por Su presencia. Nuestro desafío es mantener esto en mente, y seguir buscándolo.
En el año que está llegando al final, puede que usted haya tenido éxito en sus emprendimientos, en sus estudios, en su vida familiar. Pero puede suceder también que usted esté terminando el año con un cierto sentimiento de frustración por metas no alcanzadas, por algún fracaso, por no haber conseguido lo que deseaba en su vida profesional, o afectiva, o incluso espiritual. Pero piense: hay muchos motivos de celebración también. ¡La propia vida, preservada en medio de tantos peligros! Vivos, tenemos la oportunidad de elegir a quién servimos y donde pasaremos la eternidad cuando el Señor regrese por segunda vez. También podemos celebrar la esperanza que ilumina el corazón. La fe en el futuro glorioso que nos espera, por la certeza de la salvación en Cristo. Los amigos sinceros. Los muchos logros conseguidos, aunque anhelamos alturas más elevadas.
Reflexione y mantenga la confianza en Dios
Henrique de Souza Filho, más conocido como Henfil, escribió en algún lugar el siguiente pensamiento: “Si no hay frutos, valió la belleza de las flores; si no hay flores, valió la sombra de las hojas; si no hay hojas, valió la intención de la semilla”.
¡Un año ha pasado! 365 días más cerca del hogar Celestial. Continuemos viviendo con Cristo y con esperanza hasta que nos llame al descanso, o lo veamos aparecer en gloria y majestad. Continúe con Dios hacia el Hogar Celestial, pues cada día que pasa en nuestra vida, estamos más cerca del encuentro con nuestro Señor, cuando nos llevará al Cielo, y viviremos para siempre con Él (1 Ti. 4: 13-18).
Termino nuestra reflexión con un hermoso pensamiento de la escritora cristiana Elena G. de White:
“Estamos en el camino a hogar. Sólo un poco y la lucha tendrá fin. Que nosotros, inmersos en el calor del conflicto, siempre tengamos en mente la visión de las cosas que no se ven – del momento en que el mundo será bañado por la luz del Cielo, los años pasarán en alegría cuando la escena de las estrellas de la mañana cantarán juntas y los hijos de Dios exclamarán de júbilo, mientras que Dios y Cristo se unirán a proclamar: ‘No habrá más pecado, ni muerte’. “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Fp 3:14). El Camino del Hogar [MD 2017], página 14.