Más de un millón de miembros se une a la iglesia de Interamérica gracias a iniciativa de cinco años
5 de abril de 2015 | Puerto España, Trinidad | Libna Stevens/DIA
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Interamérica puso fin a su iniciativa quinquenal de evangelismo denominada “Visión un millón” durante un programa satelital en vivo desde Puerto España, Trinidad, el pasado sábado.
El evento representó la culminación de miles de campañas de evangelización que se llevaron a cabo durante los últimos tres meses en todo el territorio de la División Interamericana.
Estos esfuerzos, que fueron combinados con otros similares que comenzaron en 2011 al momento de lanzar “Visión un millón”, resultaron en la adición de poco más de un millón de nuevos miembros.
Más de 7500 líderes de la iglesia, feligreses y visitas llenaron el Centro de la Excelencia de Trinidad para ver el evento que fue transmitido en vivo por el Canal Hope, Esperanza TV, 3ABN, 3ABN Latino y en el canal por Internet de la División Interamericana.
“Hermanos y hermanas, este es un momento de sano orgullo para el territorio de la División Interamericana”, dijo el pastor Balvin Braham, director ministerial asociado y principal organizador del evento.
Durante las últimas semanas, la Iglesia Adventista de la Unión del Caribe participó de numerosos proyectos comunitarios e intervenciones sociales que precedieron a unas trescientas campañas de evangelización a lo largo y a lo ancho de las más de dos decenas de islas de la región, informaron los líderes de la iglesia.
Unos 250 ministros y otros 450 predicadores laicos de toda la División Interamericana, África, Canadá, Inglaterra y los Estados Unidos se asociaron con pastores de iglesias locales durante dos semanas de evangelismo en iglesias, auditorios, centros comunitarios y grupos pequeños esta última semana.
Durante el transcurso del evento en vivo, los líderes de la iglesia destacaron la obra de los miembros y profesionales comprometidos que han contribuido a iniciativas de salud, y a las intervenciones familiares a lo largo y a lo ancho de cientos de comunidades durante los últimos meses y el pasado año.
El evangelista Mark Finley, quien estuvo a cargo del mensaje principal, celebró el trabajo de los pastores y miembros de iglesia por su compromiso a la hora de compartir las Buenas Nuevas, y animó a los cientos de creyentes del Centro de la Excelencia y a otros miles de todo el territorio que seguían el programa y estaban preparándose para el bautismo a que mantengan su fe en Dios.
“Cuando uno da un paso de fe, Jesús obra milagros inesperados en su vida”, dijo Finley. Finley aseguró a los oyentes que “Dios es un Dios de bendiciones inesperadas, un Dios de posibilidades imposibles y un Dios de nuevos comienzos”.
Un nuevo comienzo es justamente lo que Joseph Matieriene, de 63 años y proveniente de Sangre Grande, al norte de la isla, estaba esperando. Vestido con su túnica bautismal azul, descalzo y separado de su familia, sonríe y dice que está listo para dejar atrás su problemática vida. Esa vida incluyó, dice él, momentos de rebeldía y una sentencia de 14 años en prisión, que cumplió entre 2000 y 2014.
“No soy un hombre muy educado, y no tengo muchas cosas, pero he descubierto la gracia de Dios mientras leía la Biblia”, dijo Matierene. Aunque cuando era más joven había sido bautizado en una denominación cristiana, Matieriene vio una invitación para una campaña de evangelización en su vecindario y se convención del mandamiento del sábado, por lo que decidió ser bautizado en el Centro. “Quiero ir al cielo, y llevar también a otros”, añadió.
Melissa Williams, de 29 años, y sus dos hijas aguardaron abrazadas el momento de ingresar a las aguas bautismales. Williams se había unido a la iglesia cuando tenía 16 años, pero luego la abandonó. Después de tener sus hijas, que ahora tienen 10 y 7 años, comenzó a llevarlas a la iglesia adventista de Sangre Grande, aunque por entonces no estaba tomando buenas decisiones. “Las niñas decidieron dar su vida a Jesús, y eso me motivó a dejar de lado mi pasado para ser rebautizada”, dijo Williams.
“Jesús es vida para mí. Es mi Salvador y mi fortaleza; él es todo”, dijo Williams, quien actualmente cursa el cuarto año de enfermería. “Solo quiero servirlo por completo, y seguir orando para que también mi esposo pronto entregue su corazón a Cristo”.
El servicio a Dios para cumplir la misión de compartir el evangelio se encuentra en el centro mismo del propósito del programa de discipulado de la Iglesia Adventista en Interamérica, que ha hecho una gran inversión en ese sentido durante los últimos cinco años, afirmaron los principales líderes de la iglesia en el territorio.
La movilización de los miembros de iglesia para la acción es que lo hace crecer a la iglesia, dijo el pastor Israel Leito, presidente de la Iglesia Adventista en Interamérica.
“La iniciativa ‘Visión un millón’ ha dado un nuevo énfasis a la iglesia en la División Interamericana para la ganancia de almas y el evangelismo, animando a los miembros de iglesia para que vayan más allá de las limitaciones e imposibilidades que ven a su alrededor en pro del evangelio”, dijo el pastor Leito.
El principal objetivo de “Visión un millón” no han sido los números de bautismos –por más que estos no puedan ser ignorados– sino el impacto, el efecto del discipulado en esos miembros que producen los números”, añadió el pastor Leito.
Con on sin números, cada vez que la celebración de “Visión un millón” tuvo lugar en una de las 24 principales regiones de Interamérica, la obra se ha intensificado de manera tal que los pastores y los laicos locales reciben nuevas energías para trabajar más en pro de la esperanza de salvación, dijo el pastor Braham.
Pensemos por ejemplo en la Unión del Caribe, en la que la iglesia duplicó sus esfuerzos de evangelización en las alrededor de 24 islas del territorio, junto con evangelistas y predicadores provenientes de la DIA, lo que produjo más de seis mil nuevos miembros tan solo el año pasado. En 2014 se alcanzó casi la misma cantidad de bautismos, dijo el doctor Kern Tobias, presidente de la Iglesia Adventista en la Unión del Caribe.
“Este ha sido uno de los más grandes emprendimientos de evangelización que se llevaron a cabo en nuestra región en años”, explicó Tobias. “Esta iniciativa realmente impulso a nuestros pastores y miembros de iglesia, de manera que vieron que es posible seguir consiguiendo decisiones por Cristo en el territorio a esta escala”.
Según Kern, más de 178 mil miembros han estado participando de los esfuerzos en toda la unión, que cuenta con unos 240 mil miembros que se reúnen en 722 iglesias y congregaciones.
Otras ciudades importantes, donde se han llevado a cabo programas de celebración de “Visión un millón”, incluyen a Ciudad de México, Bogotá y Ciudad de Guatemala, además de Maracaibo.
“Esta iniciativa ha producido un espíritu de colaboración entre nuestros líderes y miembros de iglesia de Interamérica, y nos ha impulsado para mirar hacia adelante de manera de crear un paradigma que permita sostener nuestro crecimiento y profundizar el impacto de evangelización en los próximos meses y años”, dijo Braham.
Más de setenta mil nuevos miembros se han unido a la iglesia durante el primer trimestre del año, dijo Braham.
El programa en vivo contó con actualizaciones en vivo de catorce sedes de la DIA donde se llevaron a cabo cientos de bautismos en tiempo real, en momentos en que los líderes de la iglesia de cada una de las uniones oraron por los bautismos de Trinidad.
Casi cuatro mil conexiones siguieron el programa en vivo en línea desde 54 países, tanto en inglés como en español y francés.
Las uniones recibieron reconocimientos por sus contribuciones destacadas a los más de un millón de bautismos que se llevaron a cabo hasta el momento dentro del quinquenio. La Unión de Haití estuvo al frente de la lista por añadir 92 mil miembros a la iglesia.
Asimismo, al tope de la lista se encontró al Unión Mexicana de Chiapas, con más de 82 mil, la Unión Centroamericana del Sur, con más de 76 mil, la Unión Mexicana Interoceánica, con más de 73 mil, y la Unión Dominicana, con más de setenta mil miembros.
Decenas de miembros de iglesia recibieron un reconocimiento por ser parte de la iglesia durante cincuenta, sesenta o más años.
Los líderes ya anticipan el impacto en todo el territorio planificado para el año que viene que, según se votó, se llevará a cabo en Caracas, Venezuela.