Iglesia Adventista en Norteamérica ofrece declaración sobre el tiroteo de Las Vegas
2 de octubre de 2017 | Columbia, Maryland, Estados Unidos
Declaración de la División Norteamericana de los Adventistas del Séptimo Día
La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Norteamérica se encuentra profundamente entristecida y atribulada por el tiroteo que se produjo en la madrugada del 2 de octubre de 2017 en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, en la que 58 personas perdieron la ida y más de 500 sufrieron heridas. Nuestros pensamientos y oraciones acompañan a las familias de los que murieron y a cientos de asistentes a un concierto que fueron heridos en este tiroteo sin sentido. Oramos también por el personal médico y de emergencias que están asistiendo a los heridos después de este trágico evento.
Es en momentos como estos cuando los estadounidenses tienen que unirse. No hay raza, sexo, etnia o religión en momentos de necesidad. Todos somos hijos de Dios y necesitamos su compasión y su amor. Pedimos que todas las personas, no importa cuál sea su fe, oren por la sanación de los quebrantados, los heridos y los que sufren la pérdida de sus seres queridos.
A continuación figura la respuesta del pastor Ricardo Graham, presidente de la Unión Asociación del Pacífico, donde viven unos 226 mil miembros adventistas en los estados de Arizona, California, Hawái, Nevada y Utah. ENTRE AQUÍ para leer esta declaración en el sitio web de la Unión del Pacífico.
Declaración de la Unión Asociación del Pacífico de los Adventistas del Séptimo Día
Como iglesia, los adventistas rechazamos la violencia, y nos sentidos conmocionados por la trágica pérdida de vidas anoche en Las Vegas. Lloramos con los que han perdido familiares y amigos, y sumamos nuestra voz en duelo y tristeza. Nos ponemos en contra de cualquiera que cause muerte y heridas, y nuestros corazones están quebrantados por los que están sufriendo semejante dolor y angustia.
Las Escrituras condenan a los que usan la violencia, diciendo que Dios “aborrece a los que aman la violencia” (Salmos 11:5, NVI). El Señor dice muy claramente: “¡Abandonen la violencia y la explotación! ¡Practiquen el derecho y la justicia!” (Ezequiel 45:9, NVI).
Como creyentes, somos llamados a ponernos de parte de lo bueno y verdadero y correcto y, por sobre todas las cosas, mostrar el amor de Dios en nuestra manera de vivir. Ayudaremos a los afectados en su sufrimiento, y seguiremos orando por todos los que sufren. En lugar de devolver con el mal, nos ponemos de parte de los que desean hacer el bien. “No paguen a nadie mal con mal […]. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Romanos 12:17-21, NVI).
Creemos que “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido” (Salmos 34:18, NVI). Que esto pueda ser realidad para todos los que están tristes y sufren en este momento de pérdida.
Ricardo Graham, D. Min, presidente
Unión Asociación del Pacífico de los Adventistas del Séptimo Día