Honduras: Personal y voluntarios de hospital adventista brindan atención médica
5 de marzo de 2013 – Julie Busch, directora regional, relaciones públicas, Adventist Midwest Health, desde Hinsdale, Illinois, Estados Unidos
Más de treinta personas en representación de los cuatro hospitales de Adventist Midwest Health viajaron a Honduras para brindar atención y asistencia médica a los residentes de ese país.
Un grupo de enfermeros y médicos de Adventist Midwest Health, de Hinsdale (Illinois, Estados Unidos), junto con otros voluntarios, esparcieron la salud y la sanidad en Honduras. Imágenes de Adventist Health
Los representantes del Hospital Adventista de Bolingbrook, Hospital Adventista de Glen-Oaks, Hospital Adventista de Hinsdale, y el Hospital Adventista de La Grange Memorial trataron a más de 1,200 pacientes de Honduras entre el 20 y el 27 de enero de 2013. El equipo se asoció con el Hospital Adventista Valle de Ángeles, una institución sanitaria de treinta camas ubicada en el pueblo de Valle de Ángeles, a alrededor de una hora de Tegucigalpa, la capital de Honduras. El hospital ha sido uno de los socios globales de Adventist Health International desde 2005.
El grupo estaba compuesta por varios equipos. El equipo clínico estaba compuesto por médicos y enfermeros, entre otros, que trataron y escucharon cada una de las preocupaciones de los pacientes. El equipo de farmacia distribuyó vitaminas y otras medicaciones entre los pacientes. El equipo ministerial “Kid’s Camp” se ocupó de los niños, que estaban de vacaciones de verano, dedicándose a entretenerlos con actividades como la pintura de las uñas y aplicándoles tatuajes que decían “Jesús me ama”. El equipo distribuyó lápices de colores y páginas para colorear, cuerdas para saltar y yoyós, y ayudó a los niños a armar rompecabezas.
Jennifer Orde, una de las integrantes del equipo, venda el pie de una paciente para proteger sus úlceras cutáneas para que no se infecten.
Dos de los médicos del equipo –el Dr. Ted Suchy, un cirujano ortopédico, y el Dr. Lanny Wilson, un obstetra-ginecólogo– lograron llevar a cabo cirugías en el hospital. Wilson dijo que sintió la presencia de Dios justo antes de comenzar la primera cirugía. En los Estados Unidos, los médicos y sus asistentes comienzan el procedimiento con un minuto especial en el que el equipo verifica el apciente y el procedimiento que están a punto de llevar a cabo.
En Honduras, sin embargo, Wilson descubrió que el equipo comenzaba con una oración, y que en la oración pidieron a Dios que estuviera con Wilson para que pudiera ayudar a la paciente, para que ella se pudiera recuperar plenamente. “Pude sentir el poder de la oración, y pude relajarme para llevar a cabo el procedimiento de mejor manera”, dijo. “Dios estaba de nuestro lado. Sentí que no estábamos allí tan solo por nuestra cuenta”.
Cierto día, mientras el equipo preparaba la clínica, Sharon Bowers se dirigió hasta donde estaban los representantes de la iglesia adventista local y les dijo que si encontraban alguna persona que tuviera necesidades espirituales, tenían que venir a buscarla, y que ella se encargaría de orar por esa persona.
“No habían pasado dos minutos que alguien me tocó en el hombro”, dijo Bowers. “Cada vez que estaba tomando la presión sanguínea de una persona, llegaba alguien a buscarme”. Así fue que Bowers comenzó a pedirle a la gente que se sentara allí donde ella estaba trabajando. “¿Necesita que oremos por usted?”
El equipo misionero distribuyó botellas de vitaminas a los niños del orfanato local.
“Absolutamente todas las personas dijeron que sí”, cuenta ella. “Así fue que después del almuerzo, añadimos la pregunta: ‘¿Quiere que oremos por usted?’ al final de la hoja de diagnóstico inicial. El Espíritu estaba actuando y guiándonos”.
Adventist Midwest Health ha tomado parte en un viaje misionero anual desde 2006, yendo a lugares como Costa Rica, Ecuador, Ghana y Honduras.
“Estos viajes misioneros brindan la ayuda que tanto necesita la gente y nos permite extender el ministerio de sanidad de Cristo a otros países”, dijo John Rapp, vicepresidente de ministerios y misión de Adventist Midwest Health. “Nada de eso sería posible sin la dedicación y el compromiso de la gente que se ofrece cada año para colaborar como voluntarios”.